lunes, enero 10, 2011

El Viaje



Un padre con su pequeño hijo decidieron hacer con urgencia un largo viaje. Para ello dispusieron de un pequeño burro que los trasportara a su destino. Cuando salían del pueblo donde residían algunos vecinos que les vieron partir dijeron: Miren a esos dos montados sobre el pobre burrito, que apenas puede con ambos, parece que no poseen la más mínima compasión del pobre animal; seguro se les morirá de cansancio y no podrán proseguir con el viaje. Horas después el padre y su hijo llegaron al poblado más cercano para abastecerse de provisiones; pero esta vez, al reanudar la marcha, los campesinos oriundos que les vieron comentaron: Miren a ese hombre, que va bien sentado en el burro mientras que su hijo enclenque tiene que caminar a pie, es un padre grosero y abusivo. En el atardecer, luego de transitar por un tramo desértico, aquel padre y su hijo pasaron sin detenerse cerca de otro poblado. Los viajeros que les acompañaron por un buen trecho no pudieron evitar hacer sus apreciaciones: Miren a ese chico, dijeron, tan joven y fuerte, bien sentado sobre el lomo del burro mientras el mísero viejo tiene que caminar bajo este despiadado sol, es un hijo desconsiderado, sentenciaron. Casi a la hora del crepúsculo, después de un día agotador, el padre y su hijo llegaron por fin a la costa donde había un puerto, pero antes de ingresar al mismo un grupo de trabajadores se burlaron de ellos gritándoles ¡Tontos, vienen casi con la lengua de fuera por puro cansancio, mientras su burro trota con ligereza! ¿Es que no les sirve de nada ese joven animal? ¿O se creen siervos del mismo? Tanto el padre como el hijo llegaron exhaustos al puerto, pero a salvo y, claro, el burro también, muy a pesar de las opiniones adversas que nunca pudieron descubrir la verdadera estrategia que les hizo llegar a su destino final.

Nota: Mi padre me contó este cuento que, según me dijo, provenía de un antiguo texto escolar. Así que intenté recrearlo aquí, porque me pareció interesante y revelador. No sé si concuerda con el original, pero la intención es solamente evocar una moraleja.

4 comentarios:

Farmacia dijo...

Bonito cuento

El cuartoscuro dijo...

Hermoso!

Tbo dijo...

Hola David ¿como pasa el tiempo?. Yo ya no le dedico espacio, pero me alegra verte, saludos amigo desde españa, que fidelidad la tuya, aún he llegado a ver un link para mi en tu espacio. ¿Que sabes del cabronazo de Diencefalo?. Se cargo el blog

Odalis dijo...

Pues así mismo es el cuento que yo había escuchado y la moraleja es que con la gente nunca vas a quedar bien, que debes hacer lo que te parezca, lo que dicte tu conciencia y olvidar lo que digan los demás.