Bajo la noche el árbol místico del hombre absorbe el pesimismo,
recicla la mordida del crótalo en su vestíbulo intestinal.
De día exhala la esperanza, el cuajo de perfumes gloriosos
unge la cabeza que esboza nuevas sendas por donde transitar.
recicla la mordida del crótalo en su vestíbulo intestinal.
De día exhala la esperanza, el cuajo de perfumes gloriosos
unge la cabeza que esboza nuevas sendas por donde transitar.
David Morán
Tegucigalpa Noviembre
2008
3 comentarios:
Que los árboles no nos impidan ver el bosque, y en cualquier caso no se soluciona el tema talando los árboles. La luz encontrará por donde colarse.
Pero el bosque por la noche da miedo...mucho miedo...dentro puedes parecer un hobbit cualquiera perdido...
Hay seres que se compran un bosque y se pierden en él, sea de día o de noche, a pesar de que el bosque les pertence.
Saludos
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