viernes, noviembre 21, 2008

Tremenda Sublevación

Las mujeres hoy en día son más pícaras, alegres y sinvergüenzas que antes. Hace sufrir al hombre y se divierten, hacen feliz al hombre y se sacrifican. Desde que nacen son más rebeldes y respondonas que los niños llorones que temen ir al pediatra, se resguardan con la retrógrada caballerosidad que les exigen a los machos. Así, nos someten a su manera con el invento del matrimonio, así, somos dueños del mundo externo que no logramos a bien configurar, pero advenedizos en nuestros castillos particulares donde siempre deberemos pedir perdón cediendo ante la fémina sabiduría.


Para colmo, el Dios de la evolución espontanea nos dota de hormonas y toda una parafernalia bioquímica que nos hace dependientes de ellas en mil maneras. Deseamos con toda la libido del corazón y los güevos sus cuerpos bien definidos, sus afectos puros, su delicadeza que nos despierta el instinto paterno, enamorándonos de la maestra que nos forma con el principal poder que moldea a las sociedades: la educación.

Ahora han agarrado de imitarnos, a nosotros, los autores del génesis y de la Internet. Insensato atrevimiento. Descubrimos con nuestra ciencia masculina que sólo somos mujeres modificadas con un cromosoma Y en peligro de extinción.

Zeus las creo para sabotear el progreso que nos daría la facultad de destronarlo, Yahveh quiso que fueran carne de nuestra carne; pero ellas, si ellas, tremendas como son, se están tomando el destino en sus manos, y con el dolor de sus sangrientas entrañas favorecen el principal don que iluminará sin remedio el panorama del oscuro universo.

1 comentario:

ShAdOw dijo...

Así nos ves???