Para algunos, es imprescindible que el sexo deba ir aderezado de amor, de lo contrario, se estaría trivializando el valor que nuestro Ser representa.
Para otros, disfrutar del placer carnal no amerita la presencia de sentimiento alguno, más que la satisfacción del deseo, que es una necesidad para la salud del binomio mente-cuerpo.
Lo cierto es que el sexo tiene una finalidad biológica primal, y es la reproducción, que a muchos se les olvida cuando intentan saltar del ropero. El placer asegura que la especie se dedique con devoción a tal menester, y así se asegura la supervivencia.
La primera concepción es una simple valorización, lo malo es que a uno lo sometan a ella; la segunda “peca” de ingenua, pues trasmite la idea que el sexo no tiene relación con su genialidad reproductiva. Si esto fuera cierto, la mujer y el hombre podrían controlar biológicamente sus sistemas reproductivos a voluntad, y no necesitarían la ayuda de la ciencia o la filosofía común para esquivar el objetivo primal.
Lo cierto es que las tres proposiciones llevan algo de razón, lidiar con ellas no es un juego. Centrarse mucho en el sexo devela la carencia de aspiración humana que va más allá de la simple necesidad biológica, lo que nos hace común a otras especies, el animal que todos tenemos.
Y es que no sólo de sexo vive el hombre.
2 comentarios:
Se notan las vacaciones de los bloggers eh David?
Lo peor es cuando se da la situacion en que ella da sexo para conseguir amor y él finge amor para conseguir sexo...el caso contrario no lo conozco...
Lástima David que muchos y muchas se quedan solamente con el fin de satisfacer su necesidad carnal, de ser cada vez, menos humanos...me imagino que en la mayoría de los casos se deba a que hemos perdido la fé en nosotros mismos(as).
Percibimos que cada vez somos menos capaces de amar...estamos llenos de miedo, y preferimos no comprometer ni arriesgar nada.
Saludos Cordiales, y mis mejores deseos siempre!
Irina Orellana
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