lunes, noviembre 20, 2006

Un Lobo



Padre,
es aquí donde la piel es turbia
mirada de oveja,

donde
el alcohol es un espejo de dioses

y los cabellos
cosen azules añejos pintados de flores.

Una delgada presa,
bajo un cosmos paradisíaco,
oyen la rítmica
plenitud de sádicos
colmillos almorzando.

Es esa paz quien lo acosa,
vibrándole la velocidad
en sus frías y húmedas fauces,

las cuales,
no dejan de recitar una y otra vez
cierto aullido para saber quién es,
verdaderamente,
entre tanta gente.

David R. Morán.
Tegucigalpa
2002

5 comentarios:

David Morán dijo...

Este fue mi última colaboración para la página El Verso que Viene: Siglo XXI. Bueno, el siglo llegó pero de la web simplemente quedó su retrato momificado. Las cosas pasas, pero, en estos días de valiosísima competitividad, olvidar resulta un descuido fatal. ¿Cómo podríamos dar fe que hemos vivido?

Luis Amézaga dijo...

Deberíamos cuidar de la extinción al lobo y al verso que viene. Pero es la vida.

David Morán dijo...

Si la extinción da paso a otro proceso evolutivo, no tengo ningún problema.

Al fin y al cabo, se lucha para sobrevivir hasta donde las fuerzas den abasto.

Tbo dijo...

Sólo pasaba a saludar, no se de que hablais..., pero me alegro de volver a veros por aqui.

ShAdOw dijo...

Lobo con piel de oveja?

Cuantas veces nos enfrentamos a esos lobos... e incluso nosotros mismos nos volvemos lobos disfrazados de ovejas... podremos identificarlo? en fin.. mundo loco, mil gracias por la visita

Un fuerte abrazo