jueves, marzo 30, 2006

De la Inseguridad


Encuentro un baúl escondido,
saco el tesoro por necesidad.

Descubro:
promesas de políticos
y libros con poemas.

Tiemblan mis rodillas,
me vienen a buscar y
no tengo nada.

David Morán
Tegucigalpa
Creo que fue en Noviembre del 2005

7 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Estás seguro que no tienes nada. Ya es algo. Un poema habla de la necesidad de encontrar tesoros.

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Muy escueto el poema pero lleno de simbolismos. Un beso David.

Anónimo dijo...

Excelente el poema!

Michi dijo...

Te queda el baúl...guárdalo!!

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Excelente poema David.

Sobre el ensayo dejado en mi blog, creo que estás en lo cierto. Sin embargo somos librepensantes y ese pensamiento nos lleva a divagar sobre el destino del hombre: cómo seríamos en un estado de naturaleza...? somos lo que somos por acatar las normativas impuestas...?

Todo se puede relativizar. No creas que yo estaría de acuerdo con el estado puro del libre albedrío. Somos también conciencia y la conciencia nos guía casi siempre, sin necesidad de normas impuestas. Unos la tenemos más viva y otros dormida. Pero, insisto, todo es relativo. Gracias por ampliar mi comentario. Un beso.

David Morán dijo...

Anatema, sobre mi comentario dejado en tu blog, te digo que se me pasó la mano con la extensión, tomo muchas letras para expresar lo que pienso, disculpa. El tema es sin duda interesante. Claro, nunca creí que tu estuvieras de acuerdo con el estado absoluto de libre albedrío. Tampoco creas que me dejo llevar por la percepción cognitiva del “todo o nada”, la que distorsiona la percepción del verdadero grado y los diferentes matrices presentados en las ideas.

Yo no creo que todo sea relativo, de por si existen verdades que vamos descubriendo en la naturaleza que podemos ir comprobando, corrigiendo y reinterpretando. Hasta decir que “todo es relativo” parece ser un juicio absoluto, inmutable e irrefutable.

La conciencia se forma en el ambiente social. No nacemos con conciencia, al principio somos puro instinto. Se me permites la expresión, diré que al inicio de nuestras vidas “somos una página en blanco donde es posible escribir un sin fin de cosas”, o una masilla que, hasta cierto punto, se puede moldear; todo esto se lleva a cabo mediante la educación, la instrucción, la adquisición de valores, el estímulo cognitivo y la experiencia que vayamos acumulando en nuestras vidas. Eso nos ayuda a adaptarnos al los diferentes medios sociales humanos.

El hecho que percibamos las normas como impuestas u obligatorias (que pueden ir en contra de nuestros deseos egoístas) depende del grado de aceptación de las mismas. Incluso, las leyes, reconocen el valor de la libertad del individuo y su pleno derecho de buscar su bienestar, PERO, sin perjudicar a la sociedad, como ente viviente.

El hecho de vivir y desenvolverse en la vida bajo su propia conciencia es algo natural, no hay nada de extraordinario en eso y le antecede a la vida social, no le precede. Me parece que tienes una idea “Nietzcheana” sobre este asunto, de ser así la sintetizas y muy bien en el comentario que dejaste aquí.

Saludos.

David Morán dijo...

Me corrijo, en el último párrafo de mi comentario anterior, quise decir

“El hecho de vivir y desenvolverse en la vida bajo su propia conciencia es algo natural, no hay nada de extraordinario en eso y es producto de la misma vida social y no un hecho meramente individual…”