martes, abril 26, 2005

Entre Colmillos y Garras



Desde los tiempos de los grandes faraones egipcios este pequeño y aparentemente frágil felino nos acompaña, vigilándonos con sigilo, sin prisas, permitiéndose deambular por nuestros secretos sin que podamos evitárselo.

Tiene un encanto que no muchos resisten, un instinto que logramos aprovechar muy de vez en cuando. Nadie le puede arrebatar su esencia: es un asesino biológicamente preparado, un arma perfecta, de dúctil inteligencia, adaptable e independiente. Al igual que sus grandes parientes, este regulador de poblaciones comparte las alturas de del control y poder junto a nosotros. Se nos ha unido por mera conveniencia, una astucia que bien merece alabarse porque, quien no está con nosotros, estará muerto mañana.

Creemos conocerlo, sin embargo esa mirada fija aún sigue siendo un misterio para nuestra raza, de ahí que sea visto con recelo, asociándolo con el mal que surge de nuestras mentes; así también más de alguno no puede vivir sin acariciar su suave pelo impermeable, rindiéndose ante sus gracias o chocarrerías infantiles.



Lo encasillamos bajo nuestros cánones morales (de eso peca este blog), con esa lógica de abstracciones que verdaderamente no existe, pero que dan forma a nuestro “mundo”. ¡Qué solos nos sentimos en este planeta!

Se pone frente a frente con nosotros, lo que es perturbador. Eso es precisamente lo que me agrada. Es rebelde. Protege, sin saberlo ni entenderlo, su integridad. Está con nosotros porque así lo desea, no es un siervo, es nuestro socio. Nos ama (supongo yo) en plena libertad, cuando quiere y hasta donde su naturaleza se lo permite, no cuando se nos antoje. En verdad que es una maravilla viviente; logra conservar sus instintos básicos, pero además aprende y se moldea a la perfección para encajar en nuestros estilos de vida; haciéndolo con estilo, vive holgadamente feliz, aún más que nosotros. Esta criatura, en conclusión, posee excelentes ventajas biológicas adaptativas. Por favor, no lo culpemos por ello.

En él proyectamos nuestra propia naturaleza ególatra, quizá por eso lo desdeñan tanto.

Se resiste a convertirse en nuestro esclavo.

Tenemos que admitir que los gatos son muy “monos”.

El trabaja para dominarnos.

Fotos de:

www.foyel.com/cartillas/ 9/los_ojos_del_gato.html
www.foyel.com/cartillas/ 9/los_ojos_del_gato.html
www.biociencias.com/ preguntas/respuestas/2.html
www.ual.es/GruposInv/ myco-ual/galer03.htm
laurabmartins06.blogs.sapo.pt/

8 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Un gato en tu vida pone reflexión, silencio, introversión, contemplación, lentitud, afectos distantes, pocos apegos, fidelidad, rarezas, manías, independencia, inteligencia...

Un perro en tu vida pone impulsos, charla frívola, extroversión, acción, movimiento vital, afectos cálidos y mimetismo, apegos firmes, fidelidad dependiente, torpeza, bondad, dependencia infantil, nobleza, heroicidad...

Es tan más domesticados los perros, por eso se parecen más a nosotros. Y por eso los gatos guardan un halo misterioso que nos recuerda nuestra animalidad salvaje y sin civilizar.

Anónimo dijo...

Es bueno saber que una larga observación genere una pequeña pero intensa reflexión, como la que acaba de hacer el amigo Mikel. Ese es el “chiste” de esto. Me doy por complacido (por ahora). Será que yo me inclino más por un gato (Introversión) que por un perro (extroversión). Tengo algo de gato; me refiero a lo holgazán, aprovechado, comelón, acomodado y fresco que soy, sin mencionar mis ataques filosóficos y delirios literarios.

Ya no tengo necesidad de hacer un post acerca del perro, ya se dijo lo esencial, estaría de más.

Anónimo dijo...

Sabia que tenia en casa algo mas que un gato,pueo pasar horas observando sus movimientos,su manera de ver el mundo es a placidez con la que diisfrutan de lo que les rodea,me encantó tu relato me alegro haber caido por aqui ;)

Anónimo dijo...

Todo lo que no acabamos de entender de alguna manera nos causa inquietud, y esa inquietud nos produce miedo, y ese miedo nos separa de ese todo y entonces solo nos queda una opción "romper el círculo" Así que miremos a los gatos a los ojos, igual nos sorprende lo que descubrimos ;)

Que me has hecho pensar en el reino animal en el que estamos incluídos ;) Un abrazo.

Nere dijo...

Muy especial este post. Sobre el debate perros Vs gatos, un amigo que es muy amante de los primeros me comentó una vez que alguien le reprochó por ello argumentando que el perro es un animal tonto, que se deja llevar por su dueño sin oponer la mínima resistencia. En ese sentido los gatos son mucho más interesantes, lograr la complicidad con ellos es lograr mucho. Al final conozco a muchas más personas que se quedan con los perros, y no les culpo, para complicados y enigmáticos ya estamos nosotros.

Un gran post. Saludos

Anónimo dijo...

Así es, bryda y brisa, mirémoslo sin temor y disfrutemos de su placidez, del tiempo que se toma para gozar. Bienvenidas y espero verla por aquí otra vez.

En cuanto a ti Nerea, siempre pasaremos por tu interesante blog de la conducta humana. Ganarse la confianza de un gato es todo un reto. Sobre todo si es callejero. De todas maneras aprendamos a apreciar a nuestros compañeros, los animales domésticos y mascotas, por su propia naturaleza.

Saludos.

cintya dijo...

Un gato es todo eso??, pues yo no lo sabia. ahora a la gata la voy a mirar más detinidamente...
Saludos

OdinGhost dijo...

Empezaría mal si digo "soy alérgico a los gatos", pero bueno, es mi naturaleza felina quizás que no gusta de competencia o quizás seré alérgico a mi mismo...No lo se. No viene al caso.
Me gusta como te expresas. Estás por ensima de las palabras. Las gerarquizas.
Estaré agazapado mirandote desde la oscuridad!!