lunes, noviembre 30, 2009

Psicología infantil


Egocéntrica, sin lugar al ecuánime balance de las emociones, vive con intensidad el momento, incapaz de evocar futuro alguno. Explaya instintos–insuficientes- al vaivén de las cuatro estaciones, y fija su percepción en las comisuras, sin vislumbrar el fondo, cuando se dispone ha jugar con las ideas que le comprenden. Es que la cognición abstracta la lleva colgada del cuello como un mito que no da lugar a la fe, cuando parece decir adiós a la inocente felicidad, a esa impotencia de comprender la mente de los más pequeños. Se gana el dinero con los codos, tiñe la ignorancia de colores fulgurantes y juzga en papeles codificados para que no la descubran. Lo niños lloran, ella canta en un idioma testimonial que no atiende la ciencia, pero fija su apariencia, nadie la necesita, pero todos la reclaman al instante, y así no hay manera de poder trabajar.

David Morán
Tegucigalpa

Noviembre 2009


No hay comentarios: