Me contaron de Santa Claus cuando era niño. Con el paso de los años recibí una terrible confesión: todo era un engaño. Las mentiras blancas siguen siendo mentiras. Luego viví con temor, pensando que el Sempiterno fuera otra de esas fábulas infantiles, que todo terminaba bajo una lápida y punto.
Hoy navego sobre el turbulento océano de la fe y la razón a bordo de una paradoja como barca. Cuando llego al puerto de los feligreses, las aguas me abandonan; pero cuando encallo en los arrecifes de ciencia, las aguas me devoran hasta convertirme en pez. Y creo, creo que más allá hay un continente nuevo, un lugar por conocer.
Feliz Navidad y próspero año nuevo. Me identifico con el avatar católico, aunque distante de su rebaño. Seguiré posteando cosas nuevas para el 2009, claro, si esta criatura atemporal me lo permite.
Saludos.
Hoy navego sobre el turbulento océano de la fe y la razón a bordo de una paradoja como barca. Cuando llego al puerto de los feligreses, las aguas me abandonan; pero cuando encallo en los arrecifes de ciencia, las aguas me devoran hasta convertirme en pez. Y creo, creo que más allá hay un continente nuevo, un lugar por conocer.
Feliz Navidad y próspero año nuevo. Me identifico con el avatar católico, aunque distante de su rebaño. Seguiré posteando cosas nuevas para el 2009, claro, si esta criatura atemporal me lo permite.
3 comentarios:
A ver si coincidimos en ese lugar; tarde, pero coincidimos...
La fé forma parte de la vida.
Feliz 2009!!!
Saludos
Qué triste sería la vida sin esperanza...feliz año David!!
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