Inhala la muerte para sobrevivir a la desgracia;
Sólos, en el nirvana que entierra el hambre.
Las palomas del parque no comulgan con esa paz
ni los poemas cobran por la desgracia hecha arte.
Sólos, en el nirvana que entierra el hambre.
Las palomas del parque no comulgan con esa paz
ni los poemas cobran por la desgracia hecha arte.
David Morán
Tegucigalpa
Marzo 2009
Fuente: La Prensa
1 comentario:
Hay mucha belleza en estas últimas palabras, inspirada como bien dices por desgracias hechas arte...
Me he demorado en retomar, pero he vuelto con posteo nuevo, un gran abrazo para tí!
Natalie.
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